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WILL AUTOMATION TAKE MY JOB?
Muchas personas se preguntan si perderán sus trabajos debido a los grandes avances que ha realizado la tecnología en lo que respecta a la automatización de procesos. En mi opinión, el trabajo tal como lo conocemos pasará por una gran transformación que hará obsoletas muchas de las tareas de hoy. Dicho esto, soy optimista. No veo un futuro tan sombrío como los demás. Incluso me atrevería a decir que podría ser una gran oportunidad si supiéramos cómo gestionarla.
Esta no es la primera vez que un nuevo producto, o un avance tecnológico, produce una reducción de la fuerza laboral. Este fenómeno ha sido una constante a lo largo de nuestra historia. Los seres humanos siempre han estado generando ideas sobre cómo hacer que el trabajo sea más simple, más eficiente y de mayor calidad.
Aquí hay un ejemplo para poner esto en contexto: Hace unos años, si uno de nuestros antepasados quería cavar un hoyo, lo hacía a mano. Si fuera un gran hoyo que necesitara ser cavado rápidamente, necesitarían mucha gente para hacerlo. Poco después, alguien adelantado a su tiempo analizó la situación, vio cuánto tiempo y energía se necesitaba para cavar hoyos y se inventó la pala. De repente, se necesitaban menos personas para terminar la tarea en la misma cantidad de tiempo o menos.
Años más tarde, otro pensador avanzado sintió que la tarea de cavar un gran hoyo con una pala era demasiado costosa porque requería demasiados recursos humanos y demasiado tiempo, y el tiempo era extremadamente valioso. A través de esta necesidad, se inventó la excavadora. Ahora la misma tarea se realiza con una sola persona y en una fracción del tiempo.
Entonces, ¿qué pasó con los que cavaron a mano y luego con pala?
Es posible que se hayan sentido fuera de lugar por un tiempo, pero luego adaptaron sus habilidades para acceder a nuevos trabajos donde requerían un mayor uso de su inteligencia. Por ejemplo, reparar la excavadora.
Este ha sido siempre el caso, y con la automatización de procesos no será diferente. Nuestra prioridad ahora mismo es prepararnos para hacer que el período de adaptación sea lo más breve posible. Esto se logra encontrando los espacios donde nuestro ingenio aún es superior y adquiriendo los conocimientos necesarios para ocupar esos espacios.
Como optimista, me pregunto: ¿por qué deberíamos nosotros, siendo seres tan hábiles, sentirnos felices o cómodos, yendo a la oficina todos los días a realizar la misma actividad mecánica una y otra vez? ¿No deberíamos anhelar tareas que desafíen nuestro ingenio y muestren nuestras capacidades intelectuales?
Si la respuesta a la segunda pregunta es sí, podemos estar tranquilos porque eso nos coloca en el grupo que encontrará nuevas formas de participar activamente en asociaciones productivas junto con la automatización, los robots y lo que quede por venir.
Sergio Estupiñan
CEO